Que cómo conocí a Family. ¡Uy!, una historia preciosa. Voy comenzar por el comienzo. Cotroën AX rojo, mucho calor, Teresa y yo indecisos, abrumados por ir a un gran festival, (al menos eso creíamos nosotros). ¿Vamos? Pues vamos que nos vamos.
Contempopránea 200?, uy, lo he olvidado. Eso sí, ese año no era el homenaje a Family, juraría que era a los Smith. Del cartel conocíamos a tres grupos y uno de ellos eran los Smith, claro, así que el bochorno entre tanto moderno, se respiraba en el ambiente, especialmente cuando no atinábamos a montar la tienda. Qué calor.
¡Mira, dos paisanos! Sólo hay una palabra más cateta que paisano, que es compadre. Adoro ambas. Uno de ellos fue bautizado con el nombre de “el Belcebú” dada nuestra afinidad con el sujeto en cuestión. Aún lo seguimos llamando así. El otro, Antonio, entre latas de Fanta y de atún, nos contó la excitante historia de un grupo rodeado por el misterio de un tal Aramburu, músico, diseñador, dibujante..., con un único disco sobre verano, sobre bosques, sobre estrellas, sobre Carlos…Tal vez, puede parecer normal pero él lo contó en tono de psicothriller electrizante: Un soplo en el corazón.
Bueno, en aquellos tiempos no había Emule, había otro con otro nombre que no recuerdo. ¿Para qué me sirve la cabeza? Ummm, ah, para peinarme. El caso es que después del festival de los descubrimientos – nunca ha sido lo mismo porque después el festival siempre ha traído a los mismos grupos- regresamos inquietos y deseosos de probar los frutos del árbol del saber.
Verano 200? Tampoco. Cristina & Cristo recién instalados en Barcelona. Dormiditos en el tren llegamos a la ciudad que para nosotros significa verano, festivales, restaurante japonés, buena conversación y naturalmente familyfamilia. Ah y también Fnac. Mira, el disco de Family. Ah mira, pero en la portada no hay ningún corazón.
Recopilatorio de Family, no haré ninguna referencia a la fecha. Me encantan la versión de Chucho con las tumbitas y la de los Planetas, con sus viajes. Otra vez, coche y festivales, pero ahora mejor coche y peores festivales. Eso sí, me sigo poniendo nervioso, hasta me bloqueo de la emoción en la entrada, como cuando fui al primero.
¡¡¡¡Y es que tengo ganas de volver, de verano con mayúsculas!!!! Tengo ganas de fiesta, de que acabe el invierno, de volver a nadar en el mar. Uy, creí que nunca llegaba esta parte.